Como mi mayor inspiración era tocar el violin, careciendo de dinero para comprar uno, me fabriqué un ‘’Stradivarius’’ con una vulgar lata de aceite Con una lata de aceite de forma alargada nació la base del futuro instrument donde al final le puse un mango que formaba el diapason, cuatro clavijas, un cordal, un Puente y hacienda agujeritos con un clavo formé las orejas y le puse las cuerdas.
Después conseguí un arco, una vez armado y ajustado empecé a hacerlo sonar con la alegría que es de suponer. Loco de entusiasmo abandoné el trabajo en la fábrica de ‘’Tapa y Fondo’’, me encerré en la pieza que teníamos por hogar, dedicándome a estudiarlo por propia intuición, sin más maestro que mi voluntad. Tras largas horas diarias de studio y ensayo aprendí varias piezas haciéndome un repertorio de tangos, valses, polkas, mazurkas…
El primer tango que aprendí a tocar de memoria fue ‘’El Llorón’’ que era de autor anónimo. El estuche del violin me lo fabric mi viejita con un lindo forro en forma de funda. Y así contribuí a amenizar los bailes de barrio y de familias amigas… a los que concurría muy ufano y orgulloso con mo original violin que llamaba la atención a cuantos me veían tocar en tan raro instrument. Mis compañeros del trio eran Martín Arrevillaga, con mandolin y Rodolfo Duclós en la guitarra.
Por: Francisco Canaro
Nació en Noviembre 26 de 1888
En el Dpto. De San José – Uruguay
