Los Bailes

En mi época ir a los bailes era obligatorio, las noches de los sábados y algunos domingos. Cuando “Canario y su Grupo” lanzaron al mundo latinoamericano – la plena – desde Puerto Rico…allá por los finales de los 50’, hubo una transformación en nuestras orquestas latinas. No sé si se acuerdan de los temas…”Cortaron a Elena”, “Hechizera”, “Buscando a Malet”, “Las Ingratitudes” y muchas más. La primera orquesta uruguaya que tocó esos temas “calcándolos” de Puerto Rico, fue Raúl Noda, lo siguió enseguida…”El Grupo Latino”. Al “Grupo Latino” lo dirigía el “Colorado” Lema, que también sacaba a “Los Charoles” (famosos

En mi época ir a los bailes era obligatorio, las noches de los sábados y algunos domingos. Cuando “Canario y su Grupo” lanzaron al mundo latinoamericano – la plena – desde Puerto Rico…allá por los finales de los 50’, hubo una transformación en nuestras orquestas latinas. No sé si se acuerdan de los temas…”Cortaron a Elena”, “Hechizera”, “Buscando a Malet”, “Las Ingratitudes” y muchas más. La primera orquesta uruguaya que tocó esos temas “calcándolos” de Puerto Rico, fue Raúl Noda, lo siguió enseguida…”El Grupo Latino”. Al “Grupo Latino” lo dirigía el “Colorado” Lema, que también sacaba a “Los Charoles” (famosos parodistas de nuestras carnestolendas). Allá por los 60’ hace su entrada triunfal “Ruben Darelli y su Sonora Latina”, cantando Luis Alberto Suárez (Artiguitas). Se acuerdan de “Con la Punta del Pie Teresa”, “Dejalo que suba”, “El Satélite”… eran los tiempos de que me ponía mi único traje, los zapatos bien lustrados, camisa blanca y corbata. Llegaba al bar “La Proa” en Avenida Italia y Comercio y compraba “El Diario”, buscaba la página de los bailes del “Coco” Bentancourt, pedía una Añeja Especial o un Espinillar y comenzaba a elegir – según las orquestas y los bailes – era una combinación – . “El Union Ciclista”, “Los 33”, “Defensores de Maroñas”, “El Coben”, el inolvidable “Colón”. Las mujeres se “amontonaban” al lado del baño de las damas y – nosotros – al otro lado de la pista (estábamos como a veinte metros de distancia) – a veces más – entonces comenzaba a “ojear” el bando contrario, mis ojos trataban de tropezarse con la otra mirada justa, entonces y en el momento justo – como quién tira el anzuelo al agua para ver que pesca. Aunque a veces me ponía de “interesante” y comenzaba a elegir, cuando hacía eso, casi siempre empezaba a bailar a la una de la mañana y con un “bagayo” de película. Pero volvamos a la pista , si tenía la suerte de “pescar” una mirada que se detenía unos segundos en mi mirada, entonces le “cabeceaba”, era un movimiento imperceptible y solo válido para los ojos que me estaban mirando – no fuera cosa que no me hiciera caso y quedara “pegado” – si las otras miradas se daban cuenta de que me habían dicho que no, chau…no bailaba en toda la noche.

Por eso el “cabeceo” era muy importante…”imperceptible”, no es por nada pero mi trajecito se veía bien y la corbata finita de lana negra…la verdad no era para “planchar” en un baile. La mirada salía hasta el borde de la pista y ahí se paraba, la iba a buscar y sin cruzar una palabra empezábamos a bailar. Se bailaba media hora de corrido, las orquestas no paraban un segundo entre tema y tema, enganchaban un tema con otro y era de corrido la cosa…era bueno porque no le daba oportunidad a tu pareja que te dijera “con permiso” y se te fuera.

Dos orquestas, una Típica de Tango y otra Latina o si no…Julio Arregui y su Típica Candombe, tenías: el Tango, el Paso Doble y el Candombe en una sola orquesta. ¡¡Que tiempos aquellos!!!…¡¡que Montevideo!!!…¡¡que vida muchachos!!!

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